PARQUE ARQUEOLÓGICO CASA BLANCA
Ubicación:
Kilómetro 74 1/2 de la autopista entre Santa Ana y
Chalchuapa, en la entrada oriente de la ciudad de Chalchuapa.
El parque ofrece:
Varias pirámides y otras estructuras de un centro maya que
abarcan desde el período Preclásico Tardío (500 a.C. a 250 d.C.) y el período
Clásico (250-900 d.C.). Hubo actividad esporádica en el sitio durante el
Posclásico (900 d.C. hasta la conquista).
Museo de sitio.
Ventana arqueológica.
Taller de añil.
Estacionamiento y área de picnic.
Horario:
Martes a Domingo, 9am a 4pm (cerrado los días lunes).
Tarifas:
$1.00 / nacionales, $3.00 / extranjeros.
$1.00 / vehículos livianos, $2.00 / buses, $0.50/motos
Entrada gratis para nacionales menores de 8 años y mayores
de 60.
Centroamericanos pagan igual que nacionales.
Teléfono:
2408-4641
Recomendaciones:
Le recomendamos llevar agua u otras bebidas rehidratantes
para su visita, además de un sombrero y, por supuesto, su cámara.
El Parque
Casa Blanca tiene un área de 6 hectáreas, que representa un
fragmento de un sitio mucho mayor, ahora en gran parte destruido debido al
crecimiento de la ciudad de Chalchuapa.
Junto con la vecina zona de El Trapiche (fuera
del parque), Casa Blanca llegó a ser el centro de un importante señorío maya
temprano, de finales del período Preclásico Tardío (aproximadamente entre 200
a.C. y 250 d.C.). La pirámide más grande conocida en El Salvador fue construida
en el sector de El Trapiche, y frente a ella se colocó una estela cuyo texto
fue borrado en la remota antigüedad. Otra estructura de esa época (investigada antes de
su destrucción) contenía los restos de más de 30 personas, aparentemente
sacrificados; es posible que hayan sido cautivos de una de las campañas de
guerra conducidas por este antiguo reino.
Aunque esto fue el auge de Casa blanca, el sitio ha aportado
evidencia de actividad humana anterior y posteriormente. Las primeras
evidencias se remontan a casi 5,000 años, y consisten en el registro de polen
de una pequeña laguneta en la zona que indican la destrucción del bosque
primario seguido por el cultivo de maíz, señalando de forma dramática la
introducción de agricultura intensiva en la región, y el establecimiento de
vida en aldeas que dio pie a las civilizaciones mesoamericanas. Los hallazgos
más tardíos en Casa Blanca son de entierros con ofrendas, del período que
cierre con la invasión de los españoles, el Posclásico.
El Gobierno compró el área de Casa Blanca en 1977. Después
de varios años de labores en la creación de infraestructura por el Proyecto
Arqueológico de El Salvador de la Universidad de Nagoya, Casa Blanca fue
inaugurado como parque en 2004
Plano del Parque Arqueológico Casa Blanca, indicando las
Estructuras 1 a 6 (adaptado de un plano elaborado por el Proyecto Arqueológico
de El Salvador de la Universidad de Nagoya). Se indica el sendero arqueológico
(interpretativo) en azul.
Estructuras prehispánicas
El parque incluye 6 estructuras prehispánicas, con 3
pirámides y 3 estructuras menores. Gracias a una década de investigación y
conservación por parte del actual Proyecto Arqueológico de El Salvador de la
Universidad de Nagoya, hoy se puede apreciar porciones de dos pirámides
restauradas (Estructuras 1 y 5) en el sendero que recorre el parque.
La Estructura 5 (izquierda). Las investigaciones al pie de
su escalinata descubrieron un monumento de basalto columnar (centro) asociado a
una escultura (derecha), todo del período Preclásico Tardío (fotografía de la
escultura por Fabricio Valdivieso).
Otra estructura de esa época (investigada antes de
su destrucción) contenía los restos de más de 30 personas, aparentemente
sacrificados; es posible que hayan sido cautivos de una de las campañas de
guerra conducidas por este antiguo reino.
Aunque esto fue el auge de Casa blanca, el sitio ha aportado
evidencia de actividad humana anterior y posteriormente. Las primeras
evidencias se remontan a casi 5,000 años, y consisten en el registro de polen
de una pequeña laguneta en la zona que indican la destrucción del bosque
primario seguido por el cultivo de maíz, señalando de forma dramática la
introducción de agricultura intensiva en la región, y el establecimiento de
vida en aldeas que dio pie a las civilizaciones mesoamericanas. Los hallazgos
más tardíos en Casa Blanca son de entierros con ofrendas, del período que
cierre con la invasión de los españoles, el Posclásico.
El Gobierno compró el área de Casa Blanca en 1977. Después
de varios años de labores en la creación de infraestructura por el Proyecto
Arqueológico de El Salvador de la Universidad de Nagoya, Casa Blanca fue
inaugurado como parque en 2004
Plano del Parque Arqueológico Casa Blanca, indicando las
Estructuras 1 a 6 (adaptado de un plano elaborado por el Proyecto Arqueológico
de El Salvador de la Universidad de Nagoya). Se indica el sendero arqueológico
(interpretativo) en azul.
Estructuras prehispánicas
Museo de sitio
La arquitectura del Museo de Sitio de Casa Blanca fue
inspirada en las antiguas "casonas" de las haciendas coloniales, con
largos corredores que rodean un agradable patio central. Utiliza los materiales
tradicionales de adobe y teja.
El museo exhibe la única estela con escritura maya conocida
en El Salvador, denominada como el Monumento 1 de El Trapiche (un sector hacia
el norte del parque). Lamentablemente, solo se trata de un fragmento y la casi
totalidad de su texto fue borrador intencionalmente en el pasado prehispánico.
El dibujo representa lo que queda de los registros de glifos mayas y de la
figura retratada (dibujo por William Coe; fuente: CONCULTURA).
La ventana arqueológica
Una de las principales excavaciones efectuadas por el actual
proyecto arqueológico está techada y permite conocer una serie de estratos
naturales y culturales, entre los cuales se destaca la capa blanca de ceniza
volcánica depositada por la gran erupción de Ilopango (siglo V d.C.).
El taller de añil
Muchas
personas visitan Casa Blanca especialmente por su taller de añil. El taller fue
establecido con ayuda técnica y financiera proporcionada por el Gobierno de
Japón. El taller es manejado por dos personas entrenadas con esta ayuda, Cruz
Liset Clavel y Cruz Emilia Guevara de Girón, quienes imparten clases de
diferentes métodos y materiales de teñido, y producen camisas, carteras y otros
productos teñidos de azul que se ofrecen en el taller. Julio Ascencio fue
capacitado como "puntero", la persona que "da el punto" en
la producción del añil, partiendo de su materia prima, la planta llamada jiquilite.
El taller tiene un obraje (pilas para producir añil) que, si usted tiene la
suerte de visitar en un día de producción, verá en plena acción. Y por si no,
puede apreciar algo de proceso en las siguientes fotografías.
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